jueves, 15 de diciembre de 2011

Capítulo 1

Los días pasaban a una velocidad alarmantemente lenta. En el instituto, el último año se suponía que era el mas emocionante, donde te podías pavonear delante de los de curso inicial, donde todos los chicos de cursos inferiores te miraban lascivamente, las chicas con envidia…
Pero nada de esto está pasando. No es que me decepcione, solo que me esperaba otra cosa al ser de último curso. ¿Tal vez un poco de respeto es demasiado pedir?
Bueno tampoco no me puedo quejar. Soy una estudiante de notas altas (como siempre, hay excepciones), rubia, ojos azules… Pero no soy tonta. Una cosa que me saca de quicio es eso. Dicen que las rubias son tontas (cosa generalmente cierta), pero hay muchas excepciones, como por ejemplo… Yo misma.
Me presento. Me llamo Alice y vivo en un pueblo/ciudad que tiene de todo, de cine hasta consultas del dentista, pasando por restaurantes, centros comerciales… No nos falta de nada. Pero lo único que falta es un parque acuático… Que aquí, en Noruega, no nos sirve de mucho, pues el agua se quedaría congelada. Me gusta mucho dibujar, pero no pintar. Me gustan mucho los cuadros en color, pero me siento incapaz de pintar un dibujo, i siempre los dejo en blanco y negro.
Toca el timbre anunciando el fin de clase. ¡Por fin! La hora de física se me ha pasado como si fuera una eternidad. ¡Y mira que a mí me gusta la física! Bueno… ¿Para que os voy a mentir? Soy un desastre en física. Y no es que no ponga de mi parte en entenderla. Me encantaría saber mucho más sobre partículas y otras cosas, pero no me cabe en la cabeza.
Salgo al pasillo, y me encuentro con la fauna del instituto. Aquí cada uno va a su rollo, y como nos conocemos todos, no hay muchas peleas, a no ser que peleas entre frikis para decidir que juego mola mas (si Final Fantasy o Dragon Quest) valga, y normalmente nunca llegan a conflicto.
Mi instituto es… ¿adorable? ¿exótico? ¿rural? Hay de todo. Variado. En el patio te puedes encontrar con góticos hasta hippies. Pero me gusta.
-¡Alice! ¿Me estas escuchando?-me ha llamado mi mejor amiga y ni me enterado.
-Perdón, Em. Te tendría que hacer más caso.
Em es el diminutivo de Emma. Es mi mejor amiga, o una de mis mejores amigas. Al contrario que yo, sus notas no son altas, sino medianas. Y al contraria de mi, le encanta y saca mejor nota que yo a física. ¿Ironías de la vida que nos hiciéramos buenas amigas? No lo sé, pero es mi salvación. Es muy amable con todo el mundo, al contrario que yo. No soy antisocial ni nada por el estilo, pero con cierta gente no me ando con chiquitas.
-Pues te estaba contando que el pesado de Andrew a pedirme salir para el baile de fin de curso, ¿tú te lo crees? ¡Si acabamos de empezar el curso!
-Supongo que le has dicho un rotundo “no”.-Le contesto.- Es el duodécimo chico que te lo pide. Y cuando digo no –digo cuando veo que ha puesto cara de pena.- es un “no quiero volver a ver tu cara de besugo en todo lo que queda de curso”.
-Lo siento.
-¿¡QUÈ!?
-¡¡¡Tranquila!!! ¡No le he dicho que sí!-exclama rápidamente cuando ve mi cara subida de colores. Andrew es un chico… A ver como lo explico. Es un chico que siempre habla. SIEMPRE. Estas respondiendo a una pregunta y él está hablando. Estas exponiendo y él está hablando. Hasta un día que fuimos a la piscina, estábamos debajo del agua y se le seguía escuchando.
-Pensaba.-Le respondo.
Vamos avanzando hasta la salida.
-Permiso, perdón, perdón…-Inicio mi rutinaria serie de perdones para llegar hasta la salida.
Y es entonces cuando le veo.
Y es cuando se me para el tiempo.  

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