martes, 20 de diciembre de 2011

Capítulo 2 (continuación)

Nos quedamos unos instantes mirándonos.
De la impresión, lo único que se me ocurre es volver a cerrar la puerta otra vez.
“¿En que estoy pensando?” Y vuelvo a abrir la puerta.
Me lo vuelvo a encontrar.
-Yo…-empiezo,
 Y otra vez sin poder evitarlo, le cierro la puerta otra vez en las narices.
-¿Estás bien, Alice?-me pregunta mi hermana, extrañada por el abrir y cerrar de puertas.
“¿En qué diablos estas pensando?,” me repito. “Tengo delante mío al chico que me gusta y lo único inteligente que se me ocurre es cerrarle la puerta en toda la cara?”, dice mi yo razonable. Pero mi otro yo dice: “Y se puede saber que le voy a decir?” . ¡Qué carajos…!
Vuelvo a abrir la puerta.
Y me lo vuelvo a encontrar. Freno a mi mano para que no vuelva a cerrar la puerta y digo:
-¿En qué puedo ayudarte?-pregunto algo brusca. -Eeee… Me llamo Alice-¿Me he olvidado de cómo se habla o qué?
-Me llamo Will. ¿Eres amiga de Jane?-Afirmo con la cabeza.- Entonces, ¿me dejas esperar en tu puerta? Es que el hermano de Jane tiene una banda y hoy nos estrenamos. Yo soy el bajo. Jane me ha llamado y ha dicho que pasaría a buscarte–Dice señalando la funda que lleva en la espalda.
-¿Ah si?-Casualidades de la vida. No puedo creer la suerte que tengo.
-Te dejaría que esperaras en mi puerta toda la eternidad, si no fuera que te congelaras. Aunque tu estatua en mi salón tampoco quedaría mal, guapo.
Me quedo helada. Yo no he dicho eso. Lo ha dicho mi hermana. Me giro. Ella ya está con el rol “busco novio”. Y ya ha encontrado a su presa. 
Con un aire dudoso, me mira a mí.
-Señor Herondale, te presento a mi hermana Melissa. Y entra, que te vas a helar de frio.
-¿Cómo sabes mi apellido?-pregunta él. ¡Glups! Ahora no puedo decirle que estoy colgada de él.
-Cariño…-Dice mi madre apareciendo de la nada.- Emma al teléfono. –se da cuenta de que Will está aquí.- ¿Quién es este?
-Will esta es mamá, este es Will, el bajista del grupo del hermano de Jane.–Presento a Will. -¿Qué quiere Em?
Mi madre me pasa el teléfono.
-¿Em?
-Hola Alice. Lo siento mucho, pero no puedo pasar a buscarte, mi madre no está y justamente se ha llevado las llaves del coche. Voy a tener que venir andando.
-Bueno, no pasa nada. Pero…-Me alejo un poco de Will.-¿a que no sabes quine tengo ahora mismo en mi recibidor? –Em no responde.-Al bajista del grupo del hermano de Jane.
-Ah. ¿Y se puede saber que hace en tu casa?
-No tengo ni idea. Pero es Will.
-¡¿Qué me estas contando?!-dice Em a la otra banda del teléfono.-¡Que fuerte! El mundo es un pañuelo. Pues ya sabes que tienes que hacer. Te le tiras encima a la mínima.
-¿¡QUÉ!?-le digo.-No no, no lo voy a hacer. A más a más, tenemos a otro  problema más grave. Tengo que llevar a mi hermana conmigo.
-¿¡COMO!? NO ME DIGAS QUE TENEMOS QUE LLEVAR A ESA SOSA.-dice gritando Em.-Paso de que pase como la ultima vez, que se metía en todo.
-… Que quieres que te diga.
-Vaya asco. En fin, estoy de camino.
-No tardes, Miss Ligoteo ya está en acción.
-¡Uouooooo! ¡Así se habla Alice!
-No, en serio. Es mi hermana la que esta ligando con él.
-Oh, vaya.-dice Em.- Intenta que no te lo quite, enseguida estoy allí.-Y cuelga.
Me giro. Tener al chico que me gusta delante de mi madre y de mi hermana es una sensación curiosa. Tengo miedo de que mi hermana se dé cuenta, porque con el numerito de la puerta ya se debe haber pensado algo. Y mi madre sigue aquí esperando una respuesta.
-Mamá, me vienen a buscar igualmente, pero vamos a tener que ir andando, si no te hace nada. Me dirijo a Will.- Will, no sé qué vas a hacer tu, a mi me llevaba una amiga. Siento que hayas de ir andando, o puedes llamar alguien que te lleve.
Sorprendentemente, Will me responde:
-No pasa nada. Yo ya sabía que pasaría esto. Por eso mismo…-se saca unas llaves del bolsillo.-Me he traído mi coche. ¿Esperamos a Em fuera?
-Vale. ¿Mama…?-me dirijo a mi madre.
-Tranquila, yo me hago responsable de Alice y Melissa, señora Branwell.
“¿Como sabe el apellido de soltera de mamá?” estamos pensando ahora mismo Melissa y yo. Will es una caja de sorpresas.
Cundo salimos de casa, decimos a la vez mi hermana y yo:
-No hacía falta que dijeras eso-digo molesta.-Puedo cuidar de mi misma.-Le respondo. No es que no me haya gustado, pero no soy ninguna cría.
-Que galante, Will. Eres todo un caballero.-dice mi hermana, sonriendo. ¡Aghhh! ¡Ayuda!! Ganas de matar aumentando.
-Gracias a las dos.-dice Will, ahora mirándome indiferente. ¿Por qué me mira tanto?
Veo a una Em guapa guapa acercándose.
-¡Hola Alice!-corre y me abraza. Entonces se da cuenta de que Will y mi hermana. Su buen humor se esfuma.- Ah, hola Melissa. ¿Y…? ¿No nos vas a presentar? –se refiere mirando a Will.
-Creo que se tendría que presentar solo.-digo aún malhumorada por lo de Will.
-Me llamo Will. Soy el bajo del grupo del hermano de Jane.
-Pero bueno, ¿no tiene nombre el grupo?-dice mi hermana metiéndose por el medio. Aghhh… Va ser una noche muuuy larga. 

lunes, 19 de diciembre de 2011

Capítulo 2

Al llegar a casa para comer, medito sobre lo que hemos dicho. Jane estaba muy contenta de que pasara un poco de los deberes, y Em estaba extasiada pensando como iría vestida esa noche.
Abro el armario y me encuentro con un montón de ropa de invierno. Aunque parezca raro, me encanta el frío. Es electrizante. Una de las razones porque me encanta también mi pueblo es porque casi siempre estamos bajo cero, y el paisaje, es blanco. Estamos rodeados de montañas blancas, impunes, puras, que parece que si te estires la nieve absorba todo el color de tu ropa y tú te vuelvas blanco. En invierno es precioso y en verano también. Mi estación favorita es el otoño. Llena de melancolía llena el monte, con tonos rojos, marrones y amarillos de las hojas caídas en el suelo. Ahora que estamos en otoño, mi armario está lleno de tonos naranjas y rojos.
En una parte de mi armario esta la ropa que he heredado de mi hermana grande. Mi hermana y yo, se podría decir que somos polos opuestos y no nos llevamos muy bien. Su ropa es toda muy… ¿Formal? Y no me gusta mucho, por ejemplo, aquí tengo tres vestidos, sus favoritos: uno marrón largo de lana que te llega hasta debajo de la rodilla, uno rojo desteñido que le faltan cachos de terciopelo y uno naranja que es mas o menos aceptable pero que me queda fatal. En cambio, la ropa que me he comprado yo… No sé cómo explicarlo. Por ejemplo, esta noche me pondré unos pantalones pitillo negros y una camiseta, que a más de mi cazadora iré calentita.
Mi hermana pasa delante por la puerta, levanta las cejas y me dice:
-Sea lo que sea que estas pensando, no quiero chafarte los planes, pero necesitaras el permiso de mamá. Y te aviso que está en el jardín, y ya sabes cómo se pone cuando acaba.
Oh no. Resulta que mi madre cuando empieza con el jardín, empieza con buen humor, pero conformemente esta podando el abeto que tenemos, se le va agriando el humor. Bajo corriendo las escaleras y oigo que mi hermana hace un ruido raro. Me dirijo hacia a la cocina y me encuentro a mamá. Mi hermana me la ha vuelto a jugar. Se estaba riendo.
Seguramente os estáis preguntando porque me enfado por tal nimiedad. Bien, resulta que vivimos en una casa muuuuy grande. Enorme de verdad. Y con muchas escaleras. Así que cuando vas de una punta a la otra (y corriendo) te cansas.
En fin, me pongo modo “responsable” y me dirijo a mamá.
-Mamá.
Ella se gira. Su cara está cansada. Como mi hermana, tiene los ojos marrones y es pelirroja, y como mi hermana, no lleva gafas. Trabaja como secretaria media jornada, y en su tiempo libre le gusta sentarse al lado del piano y enseñar tocar para mi hermana. A mí nunca me ha gustado, porque era muy rigorosa y de tanto tocar se me hacían llagas. Extraño pero cierto.
-¿Que quieres?
Me pongo nerviosa.
-Es que hoy toca la banda del hermano de Jane, y como se estrenan, me gustaría ir con ella y con Em.
-¿Emily Weryd?-pregunta con incredulidad.
-¡Noo!-digo con horror.-Con Emma LeStrauss.
-¿Cuándo volveréis?
-No lo sé.-Digo cruzando los dedos por detrás.
-¿Necesitas dinero?
-Eeeee…-pienso un poco.-Si quiero cenar, sí. -(Tengo dinero mío, pero si mi madre se ofrece a pagar, ningún problema).
-¿Te pasan a buscar?
-Por dios, ¡sí! Y si quieres saber dónde voy, estaré en The Night of Hunter.-Al ver que mi madre va a decir algo, me adelanto.-Sí, y nada de bebidas alcohólicas. -Tampoco es que me gusten, pero con mi madre no se lo cree.
-De acuerdo. Puedes ir pero…-Oh no. Siempre hay una condición.- tienes que llevar a tu hermana.
Por arte de magia aparece mi hermana mayor. Sorprendentemente, va vestida con una falda negra, unos botines marrones y una camiseta muy escotada naranja, y las lentillas puestas. Miss Otoño ya está aquí, pienso con ironía. No quiero llevarme a mi hermana, y que me trate como una niña pequeña, que me ridiculice, etc. NO QUIERO. Y mi hermana sabe que no quiero, por eso mismo me está mirando con satisfacción.
Pero mi madre no acepta replicas, así que a callar.
-Está bien.
-¡Tres bien!-Exclama mi madre con entusiasmo.- Podéis ponernos un mote, así como “las hermanas felices”.
“Ni loca, mamá.” Al cruzar la puerta de la cocina, me giro a mi hermana.
-No sé en que estas pensando, pero no te metas en líos.
-¿YO?-dice indignada.-Que yo sepa, la mayor soy yo. Y tengo mucha responsabilidad, un buen trabajo, un proyecto de casa…
-Pues qué bien, me alegro por ti, querida. –digo con sarcasmo- Y estate preparada a las 7:30, no quiero retardos.
***********************************************************************
Cuando llaman al timbre, me sorprendí mucho. Normalmente, Em era un caso perdido de tiempo. A veces incluso se olvidaba de que habíamos quedado.
-¡Ya voy yo!-digo. Mi hermana también me sigue.
Cuando abro la puerta, la sorpresa es mía. Drake, amigo de Em (y no amigo mío) está aquí en la puerta.
-¿Drake, que haces aquí?
-Observando tu belleza que me deja deslumbrado.-dice al ver mi expresión perpleja y asqueada. A Em le cae bien, pero a mí no me cae bien. Es empalagoso y falso. -Me ha mandado Em, que dentro de nada estará aquí.-Mira atrás mío y se corta. Claro, mi hermana. Y si no me equivoco se quedará embobado…¡ya!- Hola…-dice con voz seductora- Me llamo Drake Derson.
Mi hermana hace un gesto de aburrimiento. No le interesa Drake. Si no es rico, guapo, atleta o mayor de 20 años no le interesa.
-Drake, cielo, si has venido a lamernos el culo como un pelota, ya te puedes quedar ahí fuera.-Digo
Y acto seguido, cierro la puerta.
-¿Ese tío va a tu clase?-dice mi hermana con un gesto despectivo.
-Sí. Y lo que acabas de ver se lo hace a todas las chicas. Algunas pican, a otras les gusta, pero a mí me asquea. Y mucho.
Vuelven a llamar al timbre, con insistencia.
Abro la puerta. Otra vez Drake.
-Por favor, ¿no podrías dejar entrar a un pobre y desvalido chico que…?
Cierro la puerta.
Vuelven a llamar a la puerta. Cabreada, abro la puerta y grito:
Te he dicho que…!-Mi voz se va apagando a poco a poco. He metido la pata hasta el fondo. Delante de mí esta ÉL.
Will Herondale. El chico de los dos ojos. Uno azul y el otro gris, casi blanco. Y en ellos veo una sorpresa increíble. 

viernes, 16 de diciembre de 2011

Capítulo 1 (continuación)

No cruzamos la mirada. Esto no es como en las películas que el chico y la chica se quedan colgados uno del otro con miraditas. Esto es la vida real, donde normalmente alguien se queda enamorado de una persona que no es correspondida o hay quinientas mil opciones antes de la parejita ideal y feliz.
En este caso soy yo la que observa. Delante de mí a unos metros, tengo al chico más… No sé como describirlo…
-¡Sal del medio!- me empujan y le pierdo de vista.
Con un último empujón salgo del instituto y dirijo una última mirada de odio al que me ha empujado y contengo una palabrota que amenaza de salirme de la garganta. Y por mas ende, el chico ha desaparecido. No sé si alegrarme o desesperarme.
-¡Alice!-Me llaman des de atrás- ¡No me abandones!
Me giro. Em todavía esta forcejeando para salir. La cojo del brazo y por fin sale. (Seguro que creéis que es exagerado, pero en hora punta el pasillo es como un río de gente que te empuja por todos los lados.)
-¿Has visto a Jane?-me pregunta. Jane es otra chica amiga nuestra. Ella es la “manitas” del grupo. Esta apuntada a todos los clubs de manualidades del instituto. Pero saca tiempo de donde sea para estar con Em y conmigo.
-No, puede que todavía no haya salido…
-¡Chicas! ¡Estoy aquí!-Aparece una sonriente Jane. Su aspecto a primera vista es un poco desconcertante. Tiene el pelo azul eléctrico, y los ojos avellana. Va vestida con plataforma, todo y eso es la más bajita de todas. Es un poco chocante, pues siempre va vestida de muchos colores, cosa que da a pensar que es como un arco iris con patas.-¿Vamos a dar una vuelta por el pueblo y tomamos algo? Por la noche podríamos quedar en algún pub, la banda de mi hermano toca en The Night of Hunter. Tengo algo que contaros y tardaré bastante en contarlo.
Pienso que tengo que hacer para esta tarde. Es viernes, así que tengo todo el fin de semana por delante. Y muchos deberes. Mi estado de ánimo está bajando en picado recordando todo los que tenemos que hacer. Miro a Jane y Em, que me están mirando con interrogación. Normalmente yo soy la que dice que no si tengo que hacer deberes, pero estoy cansada de ser tan responsable.
-Chicas…-Empiezo con desanimo.-Tenemos muchos deberes…-aquí mi voz tiene más fuerza.- ¡¡Pero no pienso pasarme el fin de semana en casa con ellos en la mesa!! ¡¡A salir de fiesta se ha dicho!!
-¡¡ESA ES NUESTRA ALICE!!- Exclaman contentas mis dos amigas. Y empezaron a hablar sobre que un profesor les ha bajado la nota por algo… 
Pierdo la atención sobre este tema. Tengo que confesaros algo. Realmente no sé si quiero ir, pero algo me dice que tengo que ir. Y mi intuición normalmente no me falla.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Capítulo 1

Los días pasaban a una velocidad alarmantemente lenta. En el instituto, el último año se suponía que era el mas emocionante, donde te podías pavonear delante de los de curso inicial, donde todos los chicos de cursos inferiores te miraban lascivamente, las chicas con envidia…
Pero nada de esto está pasando. No es que me decepcione, solo que me esperaba otra cosa al ser de último curso. ¿Tal vez un poco de respeto es demasiado pedir?
Bueno tampoco no me puedo quejar. Soy una estudiante de notas altas (como siempre, hay excepciones), rubia, ojos azules… Pero no soy tonta. Una cosa que me saca de quicio es eso. Dicen que las rubias son tontas (cosa generalmente cierta), pero hay muchas excepciones, como por ejemplo… Yo misma.
Me presento. Me llamo Alice y vivo en un pueblo/ciudad que tiene de todo, de cine hasta consultas del dentista, pasando por restaurantes, centros comerciales… No nos falta de nada. Pero lo único que falta es un parque acuático… Que aquí, en Noruega, no nos sirve de mucho, pues el agua se quedaría congelada. Me gusta mucho dibujar, pero no pintar. Me gustan mucho los cuadros en color, pero me siento incapaz de pintar un dibujo, i siempre los dejo en blanco y negro.
Toca el timbre anunciando el fin de clase. ¡Por fin! La hora de física se me ha pasado como si fuera una eternidad. ¡Y mira que a mí me gusta la física! Bueno… ¿Para que os voy a mentir? Soy un desastre en física. Y no es que no ponga de mi parte en entenderla. Me encantaría saber mucho más sobre partículas y otras cosas, pero no me cabe en la cabeza.
Salgo al pasillo, y me encuentro con la fauna del instituto. Aquí cada uno va a su rollo, y como nos conocemos todos, no hay muchas peleas, a no ser que peleas entre frikis para decidir que juego mola mas (si Final Fantasy o Dragon Quest) valga, y normalmente nunca llegan a conflicto.
Mi instituto es… ¿adorable? ¿exótico? ¿rural? Hay de todo. Variado. En el patio te puedes encontrar con góticos hasta hippies. Pero me gusta.
-¡Alice! ¿Me estas escuchando?-me ha llamado mi mejor amiga y ni me enterado.
-Perdón, Em. Te tendría que hacer más caso.
Em es el diminutivo de Emma. Es mi mejor amiga, o una de mis mejores amigas. Al contrario que yo, sus notas no son altas, sino medianas. Y al contraria de mi, le encanta y saca mejor nota que yo a física. ¿Ironías de la vida que nos hiciéramos buenas amigas? No lo sé, pero es mi salvación. Es muy amable con todo el mundo, al contrario que yo. No soy antisocial ni nada por el estilo, pero con cierta gente no me ando con chiquitas.
-Pues te estaba contando que el pesado de Andrew a pedirme salir para el baile de fin de curso, ¿tú te lo crees? ¡Si acabamos de empezar el curso!
-Supongo que le has dicho un rotundo “no”.-Le contesto.- Es el duodécimo chico que te lo pide. Y cuando digo no –digo cuando veo que ha puesto cara de pena.- es un “no quiero volver a ver tu cara de besugo en todo lo que queda de curso”.
-Lo siento.
-¿¡QUÈ!?
-¡¡¡Tranquila!!! ¡No le he dicho que sí!-exclama rápidamente cuando ve mi cara subida de colores. Andrew es un chico… A ver como lo explico. Es un chico que siempre habla. SIEMPRE. Estas respondiendo a una pregunta y él está hablando. Estas exponiendo y él está hablando. Hasta un día que fuimos a la piscina, estábamos debajo del agua y se le seguía escuchando.
-Pensaba.-Le respondo.
Vamos avanzando hasta la salida.
-Permiso, perdón, perdón…-Inicio mi rutinaria serie de perdones para llegar hasta la salida.
Y es entonces cuando le veo.
Y es cuando se me para el tiempo.  

Hola

Queridos lectores,
Bienvenidos a mi blog. Soy una aficionada a escribir, y me gustaría compartir con vosotros algunas historias.
Mas, tengo que avisaros que alguna vez tendré faltas ortográficas o barbarismos, pues como ahora digo, soy catalana.
Escribiré de todo un poco, pero muchas tendrán un poco de amor. O puede que no. :)
Si no os gustan mis historias o os gustaría hacer algún cambio, hacerme un comentario o enviadme un correo electrónico.
Dentro de poco empezaré una historia.
Gracias por su atención.