-Ah, hola Jane. ¿Cómo está tu hermano?-Pregunta esta.
-¿Axel? Está bien, y si no me equivoco, montando los altavoces. Will, creo que deberías ir tirando hacia el escenario.-responde esta. Entonces, Jane nos coge a Em y a mí.-Mira, tu hermana no es que me caiga mal, pero ¿Qué hace ella aquí?
-Mira, dejémoslo… No vamos a encontrar ninguna forma de quitármela de encima-digo cansada.- La ida hacia aquí ha sido una autentica odisea.
Jane mira por encima de mi hombro sospesando las posibilidades y asiente con determinación.
-Sea como sea, tengo que contaros algo y no quiero que esa cotilla sea presente. Tengo una idea, pero necesito vuestra ayuda.-Dice poniendo una cara maliciosa.-Vamos a hacer de casamenteras.
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Em se fue a buscar a Melissa, y yo me fui a buscar el típico tio bueno del bar, mientras que Jane buscaba un reservado lejos de las miradas curiosas.
El plan era el siguiente: engañábamos a Melissa diciéndole que un chico le había pedido salir, y que le estaba esperando en el reservado. Yo tenía que hacer el mismo proceso pero con el chico. Si teníamos suerte, esos dos no saldrían del reservado hasta después de un buen rato. Es un poco cruel, pero a lo mejor le encontrábamos a mi hermana una pareja decente y todo.
Cuando Em llego al lado de Melissa, la cosa fue así:
-Melissa, yo… Vengo a darte un encargo de un chico que no sé si querrás conocer.
Melissa se queda mirando a Em y responde:
-¿Cómo es?
Em se pone nerviosa. Naturalmente ella no ha visto el chico.
-Pues… veras…-se le viene una idea a la cabeza- Es muy guapo, y te está esperando en el reservado de allí. No te quiero contar nada más, es una sorpresa.-Dice poniendo cara de interesante.
Melissa se levanta de donde estaba y le dice:
-Voy a darle una oportunidad al chico que dices… Pero como no sea de mi gusto…-se pasa el dedo por la garganta.- estás muerta. –A Em se le pone la cara blanca. Al verlo, Melissa se relaja y se ríe.- Tranquila mujer, que nada más era una broma. –Em suspira de alivio. De Melissa se lo esperaba todo- Siento haber sido tan borde contigo- suelta de pronto Mel.
-¿Cómo?-Dice confundida Em.
Pero Mel ya se ha ido en dirección al reservado.
Mientras tanto, yo estaba buscando un chico que pudiera mantener entretenida a mi hermana. Buscando en el gentío, (el pub estaba bastante lleno) encontré a lo que buscaba. El típico chico rubio con ojos azules quarterback del instituto. Además, hijo de familia con dinero y fácil de manejar, si se requiere. El “afortunado” está en la barra con sus amigos, y no va a ser fácil hablar con él. Con cierto desespero, me dirijo a la chica que les está sirviendo, parece que se conozcan de anteriormente. Con un suspiro de alivio, me dirijo a la chica, que por suerte conozco de anteriormente.
-¿Madge?-ella se gira.
-Ah, hola cariño- Madge nada más tiene 6 años más, pero parece que tenga 15. Es menuda, i su complexión es delgada. Sus ojos verdes me escrutan con cariño.- ¿Qué puedo hacer por ti?
-Eeeh… ¿por casualidad sabes el nombre del chico rubio de ahí?-digo señalando al chico.
Ella me mira de forma perspicaz.
-Claro que lo sé. Se llama Colin Pettyclark. Es muy amigo mío.
Al ver del doble significado de la frase, le digo rápidamente con un poco de enfado:
-No es para mí. Es para mi hermana, ¿cómo quieres que a mí me guste?
Le dejo sola, y me dirijo con una cara tranquila hacia ese cúmulo de chicos enormes.
-A ver… Traigo un mensaje a un tal Colin Pettyclark. Si no está aquí, yo toco el dos.
El aludido levanta un dedo.
-Estoy aquí.-Dice con cierto aire vacilante. Parece tímido, como si le asustara mí presencia.
Me acerco a él. Unos de los chicos me coge de la cintura y me arrastra. Ante tal situación, a mí se me ponen los pelos de punta y me cabreo. Paso de estar alarmadamente atenta a estar cabreada de narices. Me suelto y le doy una bofetada en toda la cara.
-Como me vuelvas a tocar un pelo, te aseguro que esta bofetada comparado con lo que te haría te sabría a gloria.
El que me ha cogido es un chico joven. Es pelirrojo y los ojos negros. Parece que va un poco bebido, así que me aparto con asco. Nada más faltaría que después de decirle a mi madre que no bebería, me oliera a alcohol.
-Uy, cuidado, que su realeza* muerde.-Se mofa el otro que hay al lado.
-Dejar-la en paz chicos.-Dice Colin, apartándome de los imbéciles, acalorado por la vergüenza.-Dime donde tengo que ir, por favor.-se gira a mí.
Mierda. Su vulnerabilidad me derrota. No puedo hacerle esto a un chico que ni tan solo conozco, y que por mi contra, parece más majo de lo que pensaba. ¿Ahora que hago? Con lo que he visto, creo que este chico es un sentimental…
-Por favor, salgamos a fuera un momento.-digo. El me mira pero no dice nada.
Cuando salimos a fuera, el aire me golpea, pero me adapto en seguida a la temperatura. El chico m está mirando impaciente.
-Veras… Tengo a una hermana mayor insoportable… Y como me gustaría quitármela de en medio por una noche, me gustaría que le hicieras de niñero -remarco la palabra con unas comillas al aire.-Para que no me moleste.
El chico se me queda mirando.
-¿Qué me drías tu a cambio?
Me sorprendo. No esperaba que aceptase.
-¿Qué querrías?-respondo cautelosamente.
Se me queda mirando y dice:
-Quiero que salgas conmigo durante una semana.-dice tranquilo.
-¡¿QUEEEE?!
-Esa es la condición.-Al ver mi cara de asustada (pensando yo en las posibles consecuencias) dice- Tranquila, solo seria para aparentar, mientras no hubiera nadie delante, sería como si no nos conociéramos.
-¿Puedo preguntar la razón de tal cosa?-al ver que no dice nada, me apresuro a responder.-Espera espera espera, no hace falta que me lo digas
-Solo quiero comprobar una cosa sobre ti que cuentan.
Me lo quedo mirando.
-¿Qué cuentan sobre mí?
-Al final de la semana lo sabrás.
Y sin decir nada más se va.
-¡Espera! ¡Que no sabes donde el reservado de mi hermana!
Con medio giro y una curiosa expresión de despiste en su cara, se vuelve y me dice:
-¿Me lo podrías indicar?
No puedo evitar reírme.
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*Aclaraciones de la autora: Alice significa real, por eso dicen de la realeza.
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